Consisten en el análisis y la evaluación detallada del terreno y las propiedades para garantizar que la documentación y los proyectos sean precisos y cumplan con las normativas vigentes. Estos estudios incluyen el levantamiento topográfico, mediciones precisas del terreno, análisis de suelos, y la elaboración de informes técnicos necesarios para proyectos de construcción o regularización de propiedades. Además, se realizan para verificar la viabilidad de futuras promociones, cambios en la normativa urbanística o para asegurar la exactitud de la información registrada en los documentos oficiales.